En todo el planeta presenciamos el fortalecimiento de las fuerzas de la opresión y de la represión en su esfuerzo por empobrecer más y más a la población mundial en beneficio propio y por aplastar a los movimientos de resistencia que se interponen en su camino. Tales movimientos de resistencia masiva pueden ser los embriones de un nuevo orden social basado en una visión de liberación que proviene de la humanidad y que está dirigida a ella.
Reconocemos que todos los movimientos sociales, incluso los horizontalistas, albergan en su interior tendencias y perspectivas diferentes y que a menudo compiten entre sí. Algunas de estas tendencias no quieren más que hacer uso de los movimientos para presionar al estado y lograr así algunas reformas, colaborando con el estado capitalista existente. Otras consideran que los movimientos son capaces, por cuenta propia, de desmantelar el estado represivo existente sin necesidad de estratos adicionales de organización.
Creemos que los grupos organizados de personas que compartimos la visión de desmantelar el estado actual y de construir un mundo distinto, y que sabemos que es posible, tenemos un papel importante por cumplir. Es importante que los grupos organizados al interior de los movimientos sociales propongan estrategias y tácticas basadas en una visión liberatoria. Reconocemos que para contrarrestar de manera efectiva los intentos por parte de la élite gobernante de dividir y destruir a los movimientos, las personas que cuentan con una visión liberatoria tendrán, llegado el momento, que coordinarse tanto como sea posible —a nivel local, nacional e internacional.