Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan), fundada por personas profundamente influenciadas por la declaración de la Colectiva del Río Combahee, destacó la importancia moral y estratégica de centrarse en las experiencias y opresiones de las personas negras, trans, mujeres e inmigrantes como referentes esenciales para la liberación de la humanidad. El Movimiento por las Vidas Negras y Students Deserve (Las y los Estudiantes Merecen) se han dado a la tarea de traducir la lucha contra el control policial racista-clasista-sexista en términos de una lucha para lograr que las Vidas Negras Importen en las Escuelas de Los Ángeles, California, Estados Unidos. Esto implica enfrentarse a la cultura, a la financiación, y a las políticas que han determinado el uso del control policial como solución a los problemas en las escuelas. Las personas jóvenes en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles están cuestionando la presencia policial en las instalaciones escolares y las cotidianas pesquisas aleatorias que seleccionan como objetivo sistemático a estudiantes de raza negra, musulmanes, sin documentos y queer. Esta presencia policial refleja las presiones transfóbicas, homofóbicas, islamofóbicas, xenofóbicas, sexistas y anti-negras que efectúa el control policial contra las y los estudiantes pobres y de clase trabajadora y contra las comunidades de color. Las y los estudiantes están creando espacios horizontalistas por toda la ciudad y aplicando prácticas prefigurativas, entre ellas la de decidir sus estrategias, la de organizar sus propias reuniones en las escuelas, y la de facilitar la realización de asambleas municipales una vez al mes.
Estos espacios promueven el surgimiento de un nuevo liderazgo por parte de las y los estudiantes negros, musulmanes, mujeres, queer e indocumentados. El principio organizador aquí es que la liberación de las personas negras será la liberación de todas las personas. Al centrarse en la liberación negra desde un punto de vista en buena medida interseccional, las y los estudiantes han tenido que buscar maneras de enfrentarse al racismo contra las personas negras sin quitarle visibilidad a las opresiones que sufren las personas negras junto con otras personas. Las y los estudiantes trabajan junto con sus madres, padres, profesores y profesoras para promover una solución visionaria conocida como Escuelas Comunitarias: la creación de escuelas completamente financiadas en sus propias comunidades de bajos ingresos, con el fin de que las personas no tengan que salir de sus barrios en busca de escuelas adecuadamente financiadas en otras partes. Las Escuelas Comunitarias contrastan de manera constructiva con las prácticas opresivas escolares que defienden el control policial y que se nutren de la explotación histórica de las comunidades de color. En los barrios pobres de personas negras y de color en L.A. se ha optado por programar el cierre de muchas escuelas y la expansión de las escuelas privadas subvencionadas (charter schools); durante toda su historia las escuelas en estos barrios han recibido una financiación inferior a la requerida como consecuencia del capitalismo racializado del estado. La doble lucha a favor de las Escuelas Comunitarias Y de acabar con las pesquisas aleatorias les otorga derechos, recursos y dignidad a las comunidades más oprimidas de Los Ángeles a las vez que favorece el crecimiento de liderazgos profundos.