El enfoque del trabajo de bases que se lleva a cabo en el Centro de Trabajadores de Costura está en las personas que trabajan y en los problemas relativos a sus lugares de trabajo. Sin embargo, cuando no habíamos considerado la posibilidad de crear un lugar donde los hombres pudieran desplegar una riqueza plena de sentimientos emocionales, vimos y escuchamos de familias que nos contaron que algunos hombres que hacían parte de la organización abusaban del alcohol y realizaban actos de violencia emocional y de control contra sus familias. Esto implicaba que su participación en la organización estaba reforzando la violencia patriarcal en sus hogares y reforzando los comportamientos considerados ‘masculinos’ o ‘rudos’. En cambio, cuando creamos un espacio para que los hombres pudieran discutir sus emociones más allá de la rabia, y cuando comenzamos a discutir cómo la opresión en el lugar de trabajo reactiva problemas que se originan en sus propias experiencia de abuso cuando eran niños, muchos de los hombres pudieron participar de manera más consistente en las reuniones y lograron involucrarse más a fondo y apoyar a sus familias.