En diciembre de 2001 la economía de Argentina colapsó y se inició una reacción general contra los bancos y contra el gobierno que los apoyaba. Se produjo un movimiento de rechazo contra los sectores políticos, contra el poder financiero y contra el poder judicial. A partir de esto se construyeron nuevas relaciones sociales, en parte a través de la toma de fábricas, de restaurantes y de hoteles, que fueron utilizados para suplir las necesidades de la gente.
El libro Horizontalidad: Voces de Poder Popular en Argentina se basa en entrevistas a diferentes personas en torno a sus experiencias:
Neka del MTD de Solano reflexiona: Por ejemplo, qué sé yo, un compañero que antes era, o sea más que nada machista, seguramente, pero antes por ahí exigía, ser servido absolutamente, o sea no lavar un plato o quería su ropa limpia, es decir como que ahora comienza a hacerse cargo de esas historias. Yo creo que se van dando pasos, al comienzo por ejemplo era, si estaban los dos en el movimiento era muy común que si había que salir a la calle la mujer se quedaba con los chicos, pero esa es la transformación en esto, es más, la transformación por ahí se da más comunitariamente, es decir, hay compañeros y compañeras que se dedican a mirar a los chicos de todos, creo que ahí, y creo que eso es lo verdaderamente transformador. Como decíamos de hacernos cargo de la historia, comunitariamente, solidariamente, nosotros, esto lo discutimos mucho, los chicos no son de nadie, son de los otros, antes de venir acá había una reunión y un pibe estaba haciendo un lío y decía fulanito tu hijo, fulanita tu hijo, porque es bueno que se ponga a reflexionar sobre eso, no, los chicos son de todos.